Infarto
Con unos hábitos de vida saludables podrías reducir el riesgo de sufrir esta enfermedad que puede dejar secuelas neurológicas graves. Se ha descubierto que hay personas que pueden ser más propensas a padecer un ictus o infarto por genética. Pero también se sabe que llevar un estilo de vida saludable puede alejarnos de esta enfermedad que se pueden evitar hasta el 80% de los casos. Por ejemplo, se ha demostrado que caminar unas dos horas a la semana reduce casi un 40% el riesgo de padecer un accidente cardiovascular. El ejercicio, que evita la arteriosclerosis, es, junto con la dieta, el mejor seguro de vida de las arterias.
Hay varios tipos de ictus o infartos
El que se llama isquémico, que se produce cuando un coágulo o trombo tapona la arteria que debe llevar sangre al cerebro.
En caso de hipertensión. Con la tensión arterial alta aumenta el riesgo de sufrir esta enfermedad. Dos tercios de las personas que sufren un ictus son hipertensos.
De cardiopatías. La fibrilación auricular y la diabetes también disparan el riesgo de un accidente cerebrovascular.
Dieta desequilibrada. Una alimentación que no sea saludable puede aumentar los niveles de colesterol malo. Y este también es un factor de riesgo de ictus. En cambio, se ha una dieta baja en sal y en grasas saturadas y rica en antioxidantes es buena para la salud de las arterias.