Ejercicios pélvicos
El suelo pélvico es un conjunto de músculos que sostienen el peso de los órganos internos de la cavidad pélvica y abdominal (el útero, la vejiga, la uretra, los intestinos…). Imagina una hamaca que se acopla al peso que sobre ella se posa, esa es la función del piso pelviano, que al verse sometido a constantes presiones y estiramientos debe ser cuidadosamente ejercitado.
Se trata de una de las partes del cuerpo femenino que más cambios sufre a lo largo de la vida de la mujer. Por ejemplo, durante el embarazo el útero aumenta hasta 24 veces su tamaño, las dimensiones de la pelvis se agrandan, y por lo tanto el piso pélvico se estira y debilita.
O en el parto natural, donde se producen inevitables compresiones y estiramientos de casi todas las fibras musculares del periné. Por no mencionar partos con uso de instrumental, episiotomía o desgarros que aumentan más si cabe el riesgo de padecer alguna disfunción del suelo pélvico.
También en la etapa de menopausia el descenso de las hormonas hace que perdamos colágeno y nuestra musculatura sea menos fuerte y por lo tanto decaiga su función.
Pero, no sólo las diferentes etapas del ciclo de vida de la mujer modifican el suelo pélvico. A menudo, existen actividades diarias que realizadas frecuentemente y con intensidad afectan a la musculatura pélvica.