Claves para aprender a quererte más y mejor
La autoestima es el conjunto de valoraciones, percepciones y sentimientos que tenemos de nosotros mismos. Toda esta información la vamos acumulando con la experiencia en otras situaciones similares. La autoestima es importante porque en base a ella nos juzgamos y evaluamos a nosotros mismos. Así pues una imagen positiva de nosotros mismos es vital para mantener una buena y equilibrada salud mental.
¿Qué puede hacerme detectar que mi autoestima es baja?
– Tengo inseguridades en mí misma.
– No consigo relacionarme con los demás como yo quisiera por miedo a no gustarles.
– A menudo no inicio tareas o proyectos porque creo que no seré capaz de llevarlo a cabo.
– Busco aprobación constante de los demás: necesito que me digan aquello que hecho bien.
– Suelo pensar que los demás son mejores que yo y no me siento a la altura de otras personas.
– Envidio a los demás.
– Pienso que no soy atractivo/a y que no podré gustar realmente a nadie.
– Creo que mis conversaciones no son interesantes y que no tengo nada que aportar.
– Muy a menudo me siento sola.
– Evito tomar decisiones importantes por mí misma pues creo que no soy capaz.
10 pautas para quererte más
– Lo más importante cada vez que aparezca en tu mente esa vocecilla diciendo “no serás capaz”, “eres un desastre”, “todo lo haces mal” … ¡Ignórala! Para ello, puedes distraer tu atención con autoafirmaciones: “YO SOY CAPAZ DE HACERLO” “TODO VA A SALIR BIEN “, “TENGO DERECHO A SER FELIZ”.
– Reflexiona tus decisiones, pero una vez que las tomes no busques la aprobación de los demás.
– Todos tenemos derechos a equivocarnos, pero el mayor éxito será hacerlo por nosotros mismos.
– Haz ejercicio de manera regular: te hará sentir mejor tanto física como mentalmente.
– Traza metas realistas, es decir las metas en tu vida no deben ser imposibles, sino no serán alcanzables y bajará tu autoestima.
– Pregunta a tus amigos cualidades positivas de ti, posiblemente de muchas no eras consciente.
– Deja atrás afirmaciones absolutistas como “todo”, nada”… Las cosas no son blancas o negras. Nadie hacemos todo bien o todo mal.
– Rodéate de aquellas personas que te aportan realmente algo, que su compañía en sí misma es reconfortante.
– Haz un círculo de vida y divídelo en las distintas facetas que la conforman: amor, dinero, trabajo, amistades… Seguro que en varias de ellas la valoración es positiva.
– Cambia todo aquello que puedas mejorar en tu persona para ser feliz. El esfuerzo te reconfortará y te hará sentir mejor.