Glándula pineal

la reguladora de ciclos y el ojo vestigial: La glándula pineal tiende a calcificarse y a perder funcionalidad a medida que envejecemos, y de ahí que a medida que pasa el tiempo tengamos mayores problemas para dormir. La glándula pineal o epífisis cerebral tiene forma de piña (de ahí su nombre) y cumple una función clave a la hora de regular nuestros ciclos de sueño-vigilia, así como nuestros ritmos circadianos durante las estaciones.

Es pequeña (mide apenas 8 mm) y se halla situada en un rincón muy especial de nuestro cerebro, justo en entre los dos hemisferios e incrustada en esa zona donde las dos partes del tálamo confluyen.

Por otro lado, algo que sin duda nos llama la atención de la glándula pineal es todo ese mundo de espiritualidad, magia y tradición que se ha construido a su alrededor.

Es importante saber que es la glándula pineal quien cumple la función exclusiva de producir melatonina cuando estamos sumidos en la oscuridad y quien, a su vez, la inhibe cuando hay luz.

Este proceso viene regulado por las células fotosensibles de nuestra retina. Son estas quienes detectan la luz y envían la información a la glándula pineal.